Superflat es el nombre del fenómeno comandado por el artista Takashi Murakami.
El Superflat es un movimiento artístico que fusiona las técnicas de la pintura tradicional japonesa con los estilos gráficos contemporáneos, como el manga y el anime. También reconoce como influencias el Pop Art americano y otras influencias occidentales como el cine de entretenimiento, Disney o Spielberg por ejemplo. Todo ello unido a veces a una ácida crítica social.
El resultado es un arte colorido y muy popular que disuelve las fronteras entre los géneros y soportes del arte tradicional recuperando a su vez elementos de la tradición.
Aquí presentamos algunas de las ideas que se expusieron en una muestra sobre el Superflat de la galería MOCA (en Hollywood, el 5 de Abril del año 2001, Superflat también fue exhibida en la galería Parco en Tokyo y Nagoya en el año 2000).
Murakami mismo pertenece a la primera generación otaku, es decir aquellos que nacen alrededor de 1960 (Murakami nació en 1962), y él mismo confiesa que su estilo superflat fusiona la tradición del arte premoderno japonés con productos calificados como otaku.
El concepto superflat de Murakami destaca la calidad artística de la sensibilidad otaku. Sin embargo, la relación actual entre el superflat y el otaku es más complicada que una influencia. En este punto sería recomendable recordar la entrada anterior sobre el fenómeno otaku que ayudará a entender las bases de este movimiento.
Murakami al ser un artista con fama internacional se situa fuera de la comunidad otaku por algunos miembros de ésta, considerando esta desconfianza, la citada exposición Superflat, al menos su versión original en Tokyo, debe ser considerada de gran relevancia debido a la colaboración de la comunidad otaku y al gran éxito de convocatoria y público.
Esta exposición se caracterizó por la gran variedad de obras expuestas, pinturas, fotografía, obras en papel, vídeo, animación por ordenador, moda o escultura... y artistas participantes: Chiho Aoshima, Hiromix, Henmaru Machino, Koji Morimoto, Mr., Yoshitomo Nara (debajo podemos ver una de sus obras), Aya Takano...
Esta exposición manifestó la influencia de la cultura manga en el arte como manera de liberación y escape de las presiones de la sociedad. Todos los artistas trabajaron el 'superflat' sobrepasando los límites establecidos de sus géneros respectivos, por ejemplo donde la fotografía artística se encuentra con la fotografía comercial, donde la pintura se encuentra con la ilustración, o donde la moda se encuentra con el vestuario teatral.
El flat en 'el superflat' no sólo enfatiza las calidades planas de la mayor parte de las obras, sino también denota una característica especial o actitud. Con el concepto de superflat Murakami sugiere una definición más amplia del arte contemporáneo en Japón y su amplia variedad puede ser vista como un desafío directo a las fronteras tradicionales y jerarquías entre géneros culturales.
Además de servir de enlace entre el arte contemporáneo y la tradición artística japonesa del siglo XVII, idea enfatizada por críticos otaku como Toshio Okada o Eiji Otsuka. El argumento de Murakami sigue esta misma premisa trazando una línea directa de Kano Sansetsu a Yoshinori Kaneda, es decir de las pinturas del siglo XVII hasta los años 1970 y las películas anime.
Al igual que el manga o el Pop Art el producto Superflat es un producto comercial y de masas perdiendo el “aura” del arte tradicional, esta visión ha sido muy polémica debido, por ejemplo a la colaboración de Murakami con Louis Vuitton.
La cultura otaku es una especie de expresión colectiva del nacionalismo japonés de la posguerra, aunque su entorno en realidad sea a fondo invadido por la cultura pop americana. Esta paradoja necesariamente conduce a artistas otaku y escritores al desvirtuado, ambivalente, complicado y una especie de expresión autocaricaturizada de la “japoneidad”. Se puede encontrar esta deformación obsesiva de la identidad en las ilustraciones expuestas aquí, por ejemplo, esculturas de Bome, pinturas de Murakami o películas de Anno.
Hablando del Superflat, Murakami enfatiza su calidad superficial. El mundo del superflat no tiene ninguna profundidad, ninguna perspectiva. Una explosión radical de imaginación y experimento figurativo surge para llenar esta carencia de la profundidad. Se puede decir que la carencia de lo simbólico es complementada con el imaginario. Sin embargo, esto no es suficiente.
La cultura otaku postmoderna detrás de los trabajos de Murakami parece no ser sólo de una dimensión, sino que proveen de una cierta calidad especial "super", una especie de profundidad postmoderna. No es sólo llano sino también "super”. ¿Qué quiere decir esto?
Para ello debemos entender que el superflat se engloba en la cultura postmoderna. Aunque los grandes conceptos como Dios, Justicia o Verdad permanecen en el imaginario artístico, lo hacen sin credibilidad. Y ésta es reemplazada por una profundidad postmoderna que identificaríamos con una "base de datos" colectiva a la que todo el mundo tiene acceso por medios como Internet. Como los críticos postmodernos afirman, todos los trabajos postmodernos (no sólo el arte sino también la literatura, la música y muchas obras pop) son creados no siendo conducidos por una idea, ni con una paternidad literaria, ni ideología, sino por deconstrucción y reconstrucción de trabajos precedentes o releyéndolos de un modo diferente.
Idea de la cual también se hace partícipe Murakami, que actualmente produce su obra en su empresa Kaikai Kiki, Co., donde más de 100 empleados participan en la creación, distribución y promoción de esculturas, serigrafías, películas animadas realizadas por Murakami y otros artistas a los que protege.
Aquí se pueden ver algunas de sus obras:
El Superflat es un movimiento artístico que fusiona las técnicas de la pintura tradicional japonesa con los estilos gráficos contemporáneos, como el manga y el anime. También reconoce como influencias el Pop Art americano y otras influencias occidentales como el cine de entretenimiento, Disney o Spielberg por ejemplo. Todo ello unido a veces a una ácida crítica social.
El resultado es un arte colorido y muy popular que disuelve las fronteras entre los géneros y soportes del arte tradicional recuperando a su vez elementos de la tradición.
Aquí presentamos algunas de las ideas que se expusieron en una muestra sobre el Superflat de la galería MOCA (en Hollywood, el 5 de Abril del año 2001, Superflat también fue exhibida en la galería Parco en Tokyo y Nagoya en el año 2000).
Murakami mismo pertenece a la primera generación otaku, es decir aquellos que nacen alrededor de 1960 (Murakami nació en 1962), y él mismo confiesa que su estilo superflat fusiona la tradición del arte premoderno japonés con productos calificados como otaku.
El concepto superflat de Murakami destaca la calidad artística de la sensibilidad otaku. Sin embargo, la relación actual entre el superflat y el otaku es más complicada que una influencia. En este punto sería recomendable recordar la entrada anterior sobre el fenómeno otaku que ayudará a entender las bases de este movimiento.
Murakami al ser un artista con fama internacional se situa fuera de la comunidad otaku por algunos miembros de ésta, considerando esta desconfianza, la citada exposición Superflat, al menos su versión original en Tokyo, debe ser considerada de gran relevancia debido a la colaboración de la comunidad otaku y al gran éxito de convocatoria y público.
Esta exposición se caracterizó por la gran variedad de obras expuestas, pinturas, fotografía, obras en papel, vídeo, animación por ordenador, moda o escultura... y artistas participantes: Chiho Aoshima, Hiromix, Henmaru Machino, Koji Morimoto, Mr., Yoshitomo Nara (debajo podemos ver una de sus obras), Aya Takano...
Esta exposición manifestó la influencia de la cultura manga en el arte como manera de liberación y escape de las presiones de la sociedad. Todos los artistas trabajaron el 'superflat' sobrepasando los límites establecidos de sus géneros respectivos, por ejemplo donde la fotografía artística se encuentra con la fotografía comercial, donde la pintura se encuentra con la ilustración, o donde la moda se encuentra con el vestuario teatral.
El flat en 'el superflat' no sólo enfatiza las calidades planas de la mayor parte de las obras, sino también denota una característica especial o actitud. Con el concepto de superflat Murakami sugiere una definición más amplia del arte contemporáneo en Japón y su amplia variedad puede ser vista como un desafío directo a las fronteras tradicionales y jerarquías entre géneros culturales.
Además de servir de enlace entre el arte contemporáneo y la tradición artística japonesa del siglo XVII, idea enfatizada por críticos otaku como Toshio Okada o Eiji Otsuka. El argumento de Murakami sigue esta misma premisa trazando una línea directa de Kano Sansetsu a Yoshinori Kaneda, es decir de las pinturas del siglo XVII hasta los años 1970 y las películas anime.
Al igual que el manga o el Pop Art el producto Superflat es un producto comercial y de masas perdiendo el “aura” del arte tradicional, esta visión ha sido muy polémica debido, por ejemplo a la colaboración de Murakami con Louis Vuitton.
La cultura otaku es una especie de expresión colectiva del nacionalismo japonés de la posguerra, aunque su entorno en realidad sea a fondo invadido por la cultura pop americana. Esta paradoja necesariamente conduce a artistas otaku y escritores al desvirtuado, ambivalente, complicado y una especie de expresión autocaricaturizada de la “japoneidad”. Se puede encontrar esta deformación obsesiva de la identidad en las ilustraciones expuestas aquí, por ejemplo, esculturas de Bome, pinturas de Murakami o películas de Anno.
Hablando del Superflat, Murakami enfatiza su calidad superficial. El mundo del superflat no tiene ninguna profundidad, ninguna perspectiva. Una explosión radical de imaginación y experimento figurativo surge para llenar esta carencia de la profundidad. Se puede decir que la carencia de lo simbólico es complementada con el imaginario. Sin embargo, esto no es suficiente.
La cultura otaku postmoderna detrás de los trabajos de Murakami parece no ser sólo de una dimensión, sino que proveen de una cierta calidad especial "super", una especie de profundidad postmoderna. No es sólo llano sino también "super”. ¿Qué quiere decir esto?
Para ello debemos entender que el superflat se engloba en la cultura postmoderna. Aunque los grandes conceptos como Dios, Justicia o Verdad permanecen en el imaginario artístico, lo hacen sin credibilidad. Y ésta es reemplazada por una profundidad postmoderna que identificaríamos con una "base de datos" colectiva a la que todo el mundo tiene acceso por medios como Internet. Como los críticos postmodernos afirman, todos los trabajos postmodernos (no sólo el arte sino también la literatura, la música y muchas obras pop) son creados no siendo conducidos por una idea, ni con una paternidad literaria, ni ideología, sino por deconstrucción y reconstrucción de trabajos precedentes o releyéndolos de un modo diferente.
Idea de la cual también se hace partícipe Murakami, que actualmente produce su obra en su empresa Kaikai Kiki, Co., donde más de 100 empleados participan en la creación, distribución y promoción de esculturas, serigrafías, películas animadas realizadas por Murakami y otros artistas a los que protege.
Aquí se pueden ver algunas de sus obras:
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